martes, 7 de junio de 2011

Debut en 3000 obstáculos en Ostrava con 8:34.75




El pasado Martes 31 de Mayo, debutaba en la Golden Spike de Ostrava en la prueba de 3000 metros obstáculos, mi primera salida al extranjero en un buen estado de forma y con pretensiones de que a pesar de ser primer obstáculo de la temporada poder hacer un buen papel y volver a Madrid con una mejor marca personal.




El cartel de inscripción se presentaba complicado, eramos 14 atletas de los cuales la peor marca la tenía yo, a más de 10 segundos de la siguiente peor marca. La liebre era un keniata de 7:58 que iba a tratar de llevar a Paul Kisele Koech a ser World Leader, mi suerte era que, dentro de tanto atleta de gran nivel extranjero, iba a tener un compañero español, Ruben Palomeque, que luego por malas sensaciones en carrera se vió obligado a retirarse.




Es para mi algo increible y emotivo poder correr en una pista en la que había 22.000 almas disfrutando de un verdadero espectáculo de atletismo, dentro de esos 22.000 aficionados, sobresaltaban unas voces que mientras haciamos progresivos Rubén y yo pronunciaban nuestros apellidos a la perfección, eran españoles y me alegraba poder ver que parte del público iba a estar especialmente a favor nuestra.




La carrera fue planteada de forma que mi intención era correr atrás, sin pagar los esfuerzos, ya que la liebre pasó a 2:35 el primer kilómetro, 14 segundos más tarde lo haría yo, pasando a 2:49. Tratando de no descolgarme de mi grupo con dos atletas polacos y con Rubén Palomeque, al paso por el primer kilómetro parecía que mi grupo se frenaba, y tuve que tomar la capitanía del grupo para intentar acercarnos al grupo de justo delante nuestra, donde estaban el esloveno Buc, el moldavo Luchianov y otro polaco. Pasé el segundo kilómetro en 5:45, bastante lento, pero tirando yo todo ese segundo kilómetro, fue entonces cuando los polacos decidieron acelerar con intención de descolgarme. Finalmente a falta de una vuelta los llevaba a 20 metros y me vi obligado a acelerar ya que no iba mal de sensaciones y podía aumentar el ritmo, pero debí atacar antes, ya que no me dió tiempo a cogerlos.




En resumen, fue una experiencia única y la organización tuvo un trato conmigo increible y espero volver a repetir en las próximas ediciones.